15.5.14

Días de facultad XXXV

Falta menos de un mes para que se inaugure el mundial y ya comenzó el coro de inconformes a repetir, sin parar, que el futbol es parte central del pan y el circo que tienen a nuestro país, y a nuestra democracia, en la pobreza en la que están. “No veas el mundial, sólo perpetúas la injusticia”. 

Hay ámbitos en los que reconocer que uno disfruta del futbol es como reconocer que se está a favor de la explotación, del gran capitalismo, de la enajenación del pueblo y de la estupidez. Me imagino que estos sesudos libertadores piensan que el Ballet y la Opera o los voladores de papantla, te hacen mejor persona, mientras que el futbol, espectáculo para las masas, telenovela de hombres, lobotomía en HD te hace un decerebrado.
Pero es obvio que la culpa no es del Futbol: en Alemania, Inglaterra, Suecia, Holanda, Francia, Japón, Australia e Italia, por nombrar algunos países ricos, hay futbol y sus aficionados lo siguen con pasión. Recuerdo las olas naranjas de holandeses invadiendo Francia en 1998, o las hordas rojas de aficionados del Liverpool tomando las ramblas de Barcelona, no es una pasión sólo mexicana y no es un factor que explique, al menos por sí sólo (aunque qué factor lo hace), la pobreza y la injusticia. 

Si somos pobres y desorganizados, busquemos las causas donde están: el sistema político sigue siendo autoritario y en buena medida no se abre a los modos democráticos, tenemos una educación muy mala, somos corruptos, etc... la culpa no la tiene el futbol y menos el mundial (los cortinistas de humo todo lo ven como una pantalla).  

Es más, el mundial es una gran excusa para enseñarle a los niños sobre los otros países que juegan: la relación entre Argelia y Francia, la Literatura de Japón, dónde está Ghana, la diferencia entre Inglaterra y Gran Bretaña. Se les podría contar por qué unos cuartos de final Alemania vs Rusia tienen morbo histórico y el motivo por el que los jugadores suizos tienen nombres en italiano y  en alemán. Hasta un poco de demografía se les puede enseñar, ¿por qué será que Francia, Alemania, Inglaterra, Italia y Holanda tienen jugadores negros mientras que Camerún, Ghana y Nigeria no tienen a un solo blanco? 

Me parece que el problema no es el futbol ni la televisión, sino la manera en la que las personas se enfrentan a ellos. Para terminar, sólo señalo que es muy curioso que quienes defienden la diversidad y el derecho de las personas a realizarse como mejor entiendan, vayan a la vez descalificando la práctica de gozar del futbol. 

El problema está en otro lado.

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