2.5.12

Democracia y conversación (sobre la actitud de Salinas Pliego)



Podemos entender “democracia” de muchas maneras. Sin embargo, me parece que Amartya Sen da en el punto cuando, en su libro La idea de la justicia (Taurus 2010), la define como “gobierno por discusión”.

By Lgarcidu, via Wikimedia Commons
Es decir, la idea de democracia no se agota en un conjunto de principios y de instituciones idealmente justas. Va mucho más allá, requiere de razonamiento público y, en ese sentido, de ciudadanos que sean demócratas. Lo anterior no es otra cosa que entender que la democracia requiere de personas comprometidas con darse explicaciones, los unos a los otros, en el debate público, de sus propuestas, sus actos.

Democracia no es libre mercado porque sí. No es escoger entre productos. Quien sostiene esto se equivoca, el capitalismo sin regulación puede ser (sobran ejemplos de que es) profundamente antidemocrático.

Todo esto lo digo para explicar un tuit que escribí hace dos días: “la actitud de Salinas Pliego es alarmante, no entiende que es concesionario de un bien público”. 

Recibí cualquier cantidad de respuestas acusándome de antidemócrata, censurador. 

Mejor me explico: su actitud es alarmante porque programar un partido de futbol a la hora del primer debate presidencial, y decir que más tarde nos mostrará el rating, es afirmar que sobre la conducta democrática están los intereses económicos. En otras palabras, nos dice con cinismo: “todo lo que la ley no prohiba está permitido, sin importar que dañe a los otros”. Gracias a actitudes como las suya, la democracia se convierte en un conjunto de reglas que nadie cumple. O que cumple sólo, bajo la vigilancia de la autoridad. 

En nuestro país no somos muy proclives a discutir, todo argumento parece pleito. Transmitir debates podría comenzar a cambiar esta cultura antidemocrática. 

La ausencia de conversación lleva a los ciudadanos poco informados a pensar que todos los candidatos son iguales, lo cual es falso, basta ver, por ejemplo, sus propuestas económicas.

Por último, es una desgracia que la discusión que requiere la democracia se ciña a spots y debates televisados, tendría que ser mucho más amplia y detallada, para votar con información y no sólo a partir de nuestras pasiones.

1 comentario:

  1. Cinicamente se burla de los mexicanos, nos esta diciendo con descaro: ¿Ven como no les interesa la política?, prefieren cualquier banalidad que informarse de sus próximos gobernantes. Así puede justificar la poca o nula participación del pueblo en la toma de decisiones de relevancia.
    La campaña de desinformación de los medios de comunicación es, a mi parecer, totalmente intencionada, pues solo así el pueblo solo puede apelar a los discursos emotivos de los candidatos y esconder detrás de una cortina de demagogia los verdaderos intereses y propuestas políticas de cada candidato.
    El tan afamado discurso de la corrupción en los senadores y diputados es una prueba mas de ello, pues si bien es cierto que todas las esferas políticas están corrompidas en menor o mayor medida, este discurso se ha convertido en simple palabrería "Acabemos con la corrupción...", una frase muy usada y que suena muy "bonita" a los oídos de los electores, pero que en la boca de la mayoría de los candidatos carece de valor.

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