Satén
El vestido rosa del aparador me
recuerda tu infancia
(como la fotografió tu padre en un
jardín polvoriento
y la colgó tu madre, años después,
en su «walk in closet».
Tenías cara de estar agobiada
y te parabas en posición de «firmes»,
rígida como una hermosa momia),
es de satén, parece que se mueve bajo
la luz de la tarde.
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