25.2.10

Aguirre, la ira de Dios




Así es, los mexicanos somos tan sobresalientes que a nuestros episodios más triviales —lo que no les quita lo ruidosos— les podemos poner nombres de película de Herzog.

Aguirre: la ira de Dios Pueblo, soberano, todopoderoso, sabio, se cierne sobre ti. El veredicto es claro, has sido condenado al oprobio. Cómo es posible que en el año del bicentenario te descubramos con la ce española, joder Aguirre, qué mal tino, nosotros que creíamos que no se te había pegado lo gachupín, y luego recetarnos en la cara eso de que estamos jodidos y bajo la constante amenaza de cualquier chalado que puede hacernos lo que a Cabañas. Y el asunto no es que tengas o no razón, el problema es que nos restriegues en la cara que te vas y nos dejas aquí, abandonados, ¿que no los hijos pródigos vuelven a casa?

Somos Dios, iracundos, vehementes y para perdonar tus injurias, tu derrotismo, la traición a la suave patria, te exigimos, como a Abraham, que sacrifiques a tu primogénito: traelo desde la capital española vestidito de madrileño (fajada la camisa polo, relamido, con cinturón, mocasines, calcetines de cuadritos y suéter sobre los hombros) a celebrar la victoria mexicana sobre sudáfrica, entrégaselo a la turba patriótica, ya verás que se lo comen, por bonito, por pijo, por mamón. En eso somos intransigentes, nadie que no se parezca a nosotros (últimamente obesos, morenos, bajitos, ignorantes) puede celebrar en el angel de la independencia y menos, mucho menos, un Español. 

2 comentarios:

  1. Actor catalán haciendola de Cantinflas... eso si que arde mi querido Luis.
    besos
    Abraham

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