13.7.09

Diatriba contra los conciertos

Detesto los conciertos. Las causas son muchas y trataré de explicarlas. Tampoco se trata de ir tirando frases sin explicación.

  1. Los conciertos suelen ser lugar de reunión de adolescentes que se vuelven locos frente a «Dios», dudo querer estar en cualquier lugar al que acuden más de 2 adolescentes —supongo que mis alumnos de primer semestre ya no lo son—. Esos pobres muchachos, en su dolencia y desconcierto son el destinatario perfecto de los medios de comunicación que los hacen creer cualquier charlatanería para sacarles unos pesos. Así, de verdad creen que su vida se completa al ver —y oír, me imagino, si se trata de un concierto— a su ídolo. Su vida se realiza al estar cerca de él —la mayoría a cientos de metros— e intentar tocarlo. Da la impresión de que los rock star son santos que lo curan todo y aquellos que llenan sus conciertos tienen todas las enfermedades del mundo. ¿Quién me explica la diferencia entre un concierto lleno de fanáticos y un estadio lleno a tope para recibir a Cristiano Ronaldo?

  2. Si en el concierto importa más el escenario que la música ni qué decir. Además, odio que me griten al oído.

  3. Me gusta estar cómodo y los conciertos suelen ser en lugares donde resulta difícil acomodarse. No aguanto oír música parado como tampoco pelearme en una barra para conseguir un trago. Por lo tanto, cualquier concierto en una salita/antro de conciertos me resulta repugnante.

  4. Nunca iría a ver a un escritor o a un filósofo, su actividad suele expresarse mejor en la escritura —aunque Sócrates diga otra cosa—. Con los músicos no sucede igual, lo sé, pero hace mucho que se sacrifican las condiciones de escuchar bien su música en pos de ganar dinero. Y si de eso se trata, con el mío no cuentan. Además, ya quisiéramos conciertos en salas tan masivas como aquellas salas que nos parecen enormes para acudir a una conferencia o simposio.

  5. No es lo mismo un baile que un concierto. Desgraciadamente se hacen bailes en salas de conciertos y la gente baila en las butacas.

  6. Sólo voy a los conciertos de mis amigos, lo mismo pasa con las presentaciones de libros que no son tan incómodas pero suelen ser más aburridas.

En fin, si insisten en invitarme a conciertos, ya saben que la respuesta es un rotundo «¡no!» y espero no tener que dar explicaciones.

7 comentarios:

  1. Hace tiempo supe que ya no estaba para conciertos, cuando incluso decidí irme antes de escuchar al grupo por estar harto. sin embargo aún termino encontrándome en uno que otro, a veces no hay de otra. Mi nuevo plan es ya no ir a conciertos, sino darlos!

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  2. A mí me molesta que anden grabando todo en sus celulares. En un concierto puedes ver cientos de pantallitas apuntando hacia el escenario.

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  3. eso también vale para los conciertos de la Sinfónica de la UNAM?

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  4. Yo no me puedo imaginar una semana de mi vida sin música en vivo, sin los tropezones de la improvisación, sin el lo-fi del punk, sin el sonido chopo de cuerdas de guitarra que fueron hervidas para ser re-usadas, sin el chillante regreso de un micro, sin buscar el mejor lugarcito en una sala (normalmente ese punto mágico está junto a la cabina de del ingeniero de audio), sin matar con una mirada a un chamaco que le piso el tacón a esta vieja gruppie y sin participar en la excitación colectiva que puede ser un buen concierto.
    En la música contemporánea no hay lugar para tus dogmas wagnerianos y tu opinión, por más respetable que sea, es terriblemente chata. Supongo que tu actitud es comprensible cuando uno repara en el hecho de que los altos decibeles vocales te "molestan", a un verdadero melómano le daría verguenza aceptar esa debilidad.
    La opción que yo te propondría es, manténte lejos del Vive Latino y del Hard Rock Live, acércate a festivales como el de la Ciudad de México, Radar y Electrovisiones. No te pierdas a NIN si regresa al país, porque sólo ellos han logrado que el Palacio de los Deportes suene a la Sala Chavez. Y si no vas a ir a conciertos más que de tus cuates, pos' espero que entre ellos estén los que sí tienen algo que decir aunque sea por medio de un PA tercemundista. Pero me temo, que te perderás de lo que sí importa en el arte más abstracto que existe.
    Sin invitarte, te recomiendo que vayas al concierto de los Charlatas en el Lunario el 10 de Octubre. También te recomiendo que vayas a escuchar al Flamenco Project en el Zinco Bar en el centro. Te recomiendo que vayas a la siguiente fecha del Algorythm & Blues en el Roots. Mi querido Bobón, la música en vivo es un happening, a diferencia de la Literatura.
    Besos
    Madela

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  5. Mi querida Madela, no dudo de que tienes razón en mucho de lo que sostienes, sin embargo date cuenta de que lo mío aquí es una «diatriba», es decir, un “discurso o escrito violento e injurioso contra alguien o algo” (RAE). Así, no lo leas como un ensayo, es más un grito furioso contra los conciertos masivos y los conciertos en lugares donde tengo que pelearme por un trago. Ya escribiré sobre las diatribas, es una forma del discurso que me gusta.
    Besos

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  6. y no Andrés, no vale para los conciertos de la OFUNAM, ahí es fácil conseguir bebidas en la barra.

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  7. Bobón, es tu culpa tenerme tan acostumbrada a argumentos más perspicaces y agudos.
    Besos,
    Madela

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